Frank, el antihéroe de esta historia, en muchos sentidos trágico pero ante todo extremadamente real, se camufla a la perfección en esta decoración de belleza impersonal. Su vida está consagrada únicamente al trabajo. Cada uno de sus gestos está escrupulosamente programado, marcado por una rutina que se convierte en una obsesión. En su vida no hay lugar para la improvisación ni la imaginación; a sus ojos solo el materialismo y una adicción al trabajo masoquista merecen su respeto.

Lorsque Marc, architecte respecté, décède accidentellement sur un chantier d’une crise cardiaque, Laurence sa compagne de vingt ans, mère de ses deux enfants et Nina sa jeune épouse rêvant de maternité découvrent qu’elles n’étaient pas l’unique femme dans sa vie. Tandis que leur deuil se transforme en colère, Laurence va décider de se confronter à cette Nina dont personne n’avait jamais entendu parler. A l’exception de Robin, le frère voyageur de Marc, de retour du Japon pour l’enterrement.