Después de un desengaño amoroso, una atractiva joven abandona su pueblo y se marcha a la ciudad para vivir de su éxito con los hombres, explotando sus debilidades.

Una pareja de jóvenes, ante el penoso panorama que les brinda la capital, deciden probar fortuna en un pueblo, con el ejercicio de una profesión para la que no hacen falta títulos: "curanderos".

Amadeo es un mediocre empleado de banca que nunca alcanzará ese tranquilo nivel económico con el que todo el mundo sueña. Tampoco Fermín tiene muy seguro su futuro; cobra el paro y hace chapuzas vendiendo libros y haciendo contratos de entierros pagados a plazos. Por distintas razones llegan a la conclusión de que el bingo puede llegar a ser la solución de sus males, y ambos personajes se conocen en la cola de entrada a un local del bingo. Aúnan sus esfuerzos pero ni siquiera así logran sacar dinero al juego, pero ya están atrapados por el vicio y siguen jugando aunque para ello tengan que recurrir a todo tipo de trucos para lograr el dinero necesario.