En la cercanía del matadero de Nueva York, circulan las prostitutas, los vagos y los traficantes de crack. Por ahí también deambula Joe André (Michael Pare), un policía entrenado en la dureza de las calles y famoso por su temperamento y sus dotes de seductor. Su compañera de trabajo, Nancy Kraus no se lleva bien con él. A ella le gusta dominar y tener todo bajo control. Las cosas se complican más aún cuando deben resolver un asesinato que involucra a una elegante mujer de la sociedad... Porque Joe se siente atraído por ella y no está dispuesto a que Nancy la incluya en la lista de sospechosos.

Alex Tallman nunca había hecho daño a ningún ser humano. Dedicada a la enfermería, su vida se centraba más bien en lo contrario, hasta que una noche tres extraños la golpean y violan brutalmente. A partir de entonces ella irá alimentando su venganza hasta hacer pagar a los culpables por lo que han hecho.

Un corrupto militar pone en las calles unas innovadoras y peligrosas armas. John Hery (Shaquille O'Neal), un diseñador de armas que trabaja para el ejército norteamericano, se convertirá en la única esperanza que tendrán los desesperados ciudadanos para luchar contra las bandas que asolan las calles. Contará para ello con la ayuda de una experta en electrónica (Annabeth Gish) y la imaginación de un trabajador del metal (Richard Roundtree). Ambos prepararán un equipo de acero con el que Hery podrá enfrentarse en una despiadada guerra en las calles para detener al militar.

Jake Lo, un joven estudiante, es testigo de un asesinato, por lo que se convierte en el objetivo de un gran traficante de drogas al que su testimonio podría llevar a la cárcel. Traicionado por los agentes federales que debían protegerlo, su único aliado será Ryan, un honesto policía de Chicago, que fue amigo de su padre. Ambos unirán sus fuerzas para limpiar el nombre de Jake y detener al traficante.