Por un lado se encuentra Hermenegildo (Alberto Olmedo), un químico enamorado de una viuda (Beatriz Bonnet) con tres rebeldes hijas. Por otro lado está Renato (Jorge Porcel), un instrumentista de bandoneón que trabaja como detective en un importante hotel. En este mismo lugar los dos hombres se conocen cuando el primero decide festejar su boda con esa mujer.

Alberto y Jorge están cumpliendo sus obligaciones como soldados conscriptos infractores a la ley del servicio militar obligatorio. Han cometido tantas torpezas que desde el cabo hasta el teniente coronel jefe de los servicios, se confiesan con el capellán y le cuentan que por culpa de ese par de inservibles, toda la compañía ha sido castigada. La superioridad pide al jefe que reúna a los hombres que considere capaces de soportar los altos riesgos de una segunda misión que deberá cumplirse en plena selva. El jefe no duda un instante en incluir en ese grupo de alto riesgo a Jorge y Alberto, sin imaginar que el alto riesgo son ellos mismos. Última película de la saga de los colimbas.

Cayetano (Jorge Porcel), un mediocre representante de actores, viaja a Mar del Plata con su mujer, Carola (Susana Traverso), para arreglar el contrato de José (Mario Sapag), un desconocido imitador que representa su número cómico en distintos locales. En el camino ven un cartel de publicidad que anuncia la última película del famoso actor de filmes eróticos, Federico Lupa (Alberto Olmedo). Los elogios de ella provocan una áspera discusión entre ambos. Ya en la ciudad y con la excusa de tener mucho trabajo, Cayetano se encuentra con José y juntos van al Casino y a divertirse con cuanta joven y hermosa mujer se les cruza en el camino. La casualidad hace que al descomponérsele el coche a Carola en medio de la lluvia torrencial, sea precisamente Federico Lupa quien pare a auxiliar y la lleve hasta su casa.