Pilar no quiere estar sola, así que decide acudir a una agencia matrimonial, donde consigue una cita a ciegas. Lo que Pilar no sabe es que esta persona tiene otros planes que nada tienen que ver con los suyos.

Al igual que los cines de la ciudad van cerrando sus puertas, la relación entre Leandro y su hijo Martín se va apagando. Leandro intentará redimir sus errores a tiempo y conseguir que Martín vuelva a soñar.