Dos detectives privados (Robert Culp y Bill Cosby) no han tenido una trayectoria profesional demasiado brillante. Casi todos los casos que han resuelto no tenían demasiada trascendencia pero, ahora, se les presenta una gran ocasión de ser famosos. Como no podía ser menos, todo se complicará de manera increíble, ambos se encuentran lo suficientemente desesperados para aceptar cualquier caso, siempre y cuando se les pague. Un simple y mal pagado trabajo: localizar a una mujer desaparecida, les conduce a una extraordinaria investigación detrás de la cual se esconde un antiguo robo de 400.000 $. Ellos querían un buen caso, pero jamás se imaginaron que se enfrentarían a tanta violencia. (FILMAFFINITY)

Dos estudiantes están haciendo un proyecto de ciencias en el que emplean unos ratones. Durante el mismo, ven que uno de los ratones empieza a atraer la comida sin tocarla, así que piensan que han descubierto una fórmula para tener poderes telequinéticos.

Sam y Dave son dos amigos que viven una vida aburrida... hasta que llegan a la isla del tío de Sam.

Un viejo amor de Mason es uno de los que están siendo considerados para ocupar un puesto vacante del gobierno. Ahora, a su marido le chantajea un hombre que dice que sabe el secreto de su esposa y que este secreto nunca debe salir, ya que su nombramiento no podría salir adelante. Por lo tanto, se ofrece a vender la información que tiene para él. Por lo tanto, cuando se va a él, lo encuentra muerto, y él es detenido por el crimen y sometido a proceso penal, y le pide a Perry que le defienda.

El escritor David Norliss ha desparecido de su casa y los últimos mensajes que le ha dejado a su editor Sanford Evans han sido preocupantes, informándole que se encontraba en riesgo de muerte. Evans acude a la casa de Norliss, pero sólo encuentra una larga colección de cassettes numerados, y se dispone a escuchar el primero de ellos. En él, Norliss narra un caso en el que se ha visto envuelto: la millonaria viuda Ellen Cort le ha pedido ayuda, ya que ha visto rondando por su mansión a su fallecido marido. Acuden a la policía, pero las autoridades descreen de su denuncia. Mientras tanto numerosos asesinatos se suceden en los alrededores de la mansión Cort y las víctimas han sido drenadas completamente de sangre.