Eva no está en su mejor momento: con treinta y muchos su novio la dejó de un día para otro, sin motivo aparente y tendrá que volver a la casa de sus padres. En este contexto Eva comienza a pensar en la idea de tener un hijo. ¿Pero con quién?

Una historia de amor, compleja, la de un escritor cincuentón con una alumna treintañera, probablemente el último tren que aquel hombre puede tomarse para vivir una pasión intensa. Él sufre una crisis que tiene ver con el pasado y el presente, aunque ella también se siente acorralada por cuestiones emotivas confusas. Persecución o imaginación del escritor, fantasmas del pasado, de los desaparecidos y los militares, durante la dictadura. Los fantasmas acechan la historia todo el tiempo.

Paco, Francisco Blanco, es físico cuántico. Se encuentra en una cárcel temporaria porque fue encontrado por la policía en estado de sobredosis de paco, la más nueva y letal de las drogas, desecho de la cocción de cocaína en cocinas urbanas. Está acusado de destruir una de esas cocinas con explosivos, matando a los responsables, pero también a inocentes. Su madre, una importante congresista de ascendente carrera política, se ve envuelta en una pesadilla. Su único hijo es acusado de terrorista y los medios lo implican en una guerra de narcotráfico. ¿Acaso no conoce a su hijo?

Paula, actriz aficionada, vive de alquiler en un pequeño apartamento en unas condiciones tan precarias que, al corte del suministro de gas, se une el retraso en el pago de las rentas de la vivienda. Los números rojos en su cuenta bancaria y la falta de ayudas por parte de las personas más cercanas, hacen que Paula se decida por conseguir dinero fácil.

Mabel trabaja alternando la animación de fiestas infantiles con la prostitución. A los 20 años se cruza con Martín, un abogado que se ha separado de su esposa, y deja el estudio para el cual trabajaba. Se atraen mutuamente y terminan enamorándose. Al poco tiempo Mabel descubre que es portadora del virus VIH.