Contracted: Phase II retoma la acción justo en el punto que la dejaba su predecesora. Empieza con la disección del cadáver de la pobre Samantha, para centrarse rápidamente en Riley, el más reciente portador de la repugnante y virulenta enfermedad que conocimos en el primer filme. El joven tratará de localizar el origen de la plaga, mientras intenta mantener a raya la degeneración de su cuerpo.

George, un veterano de guerra envejecido y perseguido por memorias del Vietnam, titubea para restablecer la relación con su hijo y su nieta. Pero cuando sufre una embolia y le diagnostican demencia, es dejado al cuidado de Michelle, una enfermera que se trasladará a casa del enfermo para cuidarlo mientras se repone.

En la localidad de Southern Belle, una mujer madura, Tula (Ann Margret), vive sola en una hermosa propiedad que se desmorona, pero sus sobrinos quieren arrebatársela para sus intereses inmobiliarios empleando métodos poco ortodoxos. La inesperada llegada de Cali y su padre, Hank, cambiarán la forma de pensar y de actuar de Tula.

Siglos atrás, Salem era conocida como un centro neurálgico del mal, donde las brujas se reunían para llevar a cabo sus secretos rituales. Hoy, convertida en una ciudad más de Massachusets, poco queda de todo aquel pasado maligno en Salem... Al menos en apariencia. Heidi conduce un exitoso programa de radio centrado en el rock duro; un día, recibe un vinilo promocional de una banda llamada The Lords. Su música, extraña y siniestra, la turbará profundamente, provocándole pesadillas y alucinaciones. Rob Zombie regresa con el que, seguramente, sea su filme más oscuro; un viaje a las profundidades insondables del terror por el que desfilan muchos viejos conocidos del género.