Josh Martín ha pirateado el sistema de seguridad del Pentágono, por lo que cumple arresto domiciliario. Durante la reclusión, un grupo paramilitar le secuestra para que provoque el caos total en Los Ángeles. Miniserie con toques de obsesión conspiranoica que sigue un ataque de una banda que busca sembrar el terror en la costa Oeste de los Estados Unidos. Y no lo hace a través de bombas o armas biológicas, sino provocando un apagón que deje a las ciudades sumergidas en un caos de oscuridad y sin la tan necesaria electricidad. Dirige la propuesta Bradford May, responsable de episodios de series como la sesentera "Hawai 5.0" o "JAG. Alerta roja", y películas como las dos primeras secuelas de "Darkman". Entre el reparto, destacan nombres como James Brolin ("Hotel"), Anne Heche ("Seis días y siete noches") o Haylie Duff ("Napoleon Dynamite").

Después de vivir una gloriosa noche en un club nocturno, Kiss (Natascha Hopkins) y sus mejores amigas Treasure (Tamra Dae) y Kurious (Janey Bolina) se dirigen a una exclusiva cata de vinos por invitación de Tia (Nathalia Castellon). Pero lo que prometía ser un feliz día se torna en pesadilla tras descubrir que su romance nocturno, Gibson (Robert Wagner), es un realidad un veterano de las fuerzas especiales que planeaba un combate a muerte entre varios seres humanos para poner a prueba un nuevo suero con el que se mejora sustancialmente la fuerza y la capacidad de reacción de los sujetos. Las cuatro amigas se ven obligadas a combatir a muerte contra otras dos jóvenes, Fortune (Kylie Rae) y Dream (Kiersten Hall) para sobrevivir y clamar venganza contra su captor.