Georgia, 1957. Mary se ha quedado embarazada, y su entorno se cae a pedazos: su padre es un alcohólico y su novio no puede ayudarle ni a ella ni al bebé. El único refugio es el convento del pueblo. Pronto descubriremos el terror que se esconde detrás de los hábitos, en un lugar regido por estrictas normas, dispuestas para explotar las vulnerabilidades de las jóvenes monjas.

Tras heredar la casa de una familia de la que nunca tuvo noticia, Samantha Harris (Trin Miller) y tres amigos se dirigen a la zona rural de Sader Ridge para inspeccionar la propiedad. Poco después de llegar, Sam empieza a experimentar horribles visiones de brutalidad salvaje y maldad indecible. Acosada por las fuerzas siniestras que se ciernen sobre ella, Sam se ve sumida en una pesadilla viviente cuando los demonios de su pasado se niegan a seguir enterrados por más tiempo.